En el marco de la Campaña “Somos Vulnerables: Campaña para recuperar la memoria de las catástrofes en Chile y los efectos sobre el patrimonio” desarrollada por el Consejo de Monumentos Nacionales, Onemi-Arica y Parinacota y la Fundación Proyecta Memoria, estamos organizando acciones para conmemorar el terremoto y tsunami de Arica del 13 de agosto de 1868. Para esto contamos ya con la colaboración de padre Mauricio Cáceres, sacerdote párroco de la Catedral de San Marcos, el Cuerpo de Bomberos de Arica, la Agrupación Arica Revive y la Agrupación Cultural HIPASCU.
Nuestra propuesta es conmemorar el Terremoto y Tsunami del miércoles 13 de agosto de 1868 y dar pie a la actividad “Alertas de Memoria” que consiste en hacer sonar las campanas de iglesias, sirenas de bomberos y/o timbres de establecimientos educacionales de Arica a las 16:00 horas, inicio de la catástrofe, como una acción reflexiva y educativa, donde puedan en lo posible sonar por un minuto generando un minuto de recogimiento y de pie al desarrollo de debate sobre los efectos de las catástrofes. Creemos firmemente que a través de estas acciones podemos ir construyendo una red de ciudadanos y ciudades consientes con su entorno natural y patrimonial.
Esta iniciativa nace de la constatación de que nuestro país requiere espacios simbólicos que nos permitan conmemorar y valorar como parte de nuestra memoria nacional las catástrofes naturales y cómo estas han influenciado en nuestra identidad y formas de relacionarnos con el patrimonio.
Buscamos apelar a aquella memoria colectiva trasmitida por generaciones. Lo hacemos a través de intervenciones urbanas en torno a las fechas donde se conmemora las catástrofes en Chile. Algunas de las ciudades donde ya hemos trabajado son Concepción, Valdivia, Chillan, Penco, además de Arica, que en conjunto con jóvenes realizamos un taller previo de concientización y una puesta en valor llamada “Hipocentro de la memoria” en el Monumento Histórico Calderas del Navío Wateree, el cual fue tumbado en el tsunami de 1868.
Cabe señalar que estamos en plena coordinación con ONEMI Arica y Parinacota y tenemos el debido permiso para tal actividad simbólica. Así, a través de una combinación intencionada de acciones que involucran educación, difusión y arte, relevaremos la vulnerabilidad del patrimonio tanto por efecto de la naturaleza como por el olvido del hombre.