Un momento emotivo fue el que se vivió este mediodía en la Plaza de Los Tribunales, cuando la Fundación Alto Río entregó un trozo de lo que fueron las paredes y loza del edificio que cayó pocos segundos después del pasado terremoto, en que murieron ocho personas. En la placa se lee “que el dolor de la comunidad del Alto Río nos recuerde que hay errores que no se deben repetir y que aún en medio del dolor, es posible reconstruir un futuro mejor”
A nombre de la ciudad, el alcalde Álvaro Ortiz agradeció este gesto y destacó que “nuestra ciudad, nuestros vecinos y particularmente las futuras generaciones tienen que aprender de los errores cometidos, para que nuca más tengamos que lamentar la pérdida de vidas. Debemos asumir que estamos en una zona sísmica y tenemos que trabajar para que nuestras construcciones soporten los embates de la naturaleza”.
Durante la ceremonia, se dio cuenta que dos especialistas de la Consultora Arup – International Development (Arup ID) arribaron a la Región, para llevar a cabo una serie de consultas públicas sobre el tema de la resiliencia de las ciudades, en un proyecto financiado por la Fundación Rockefeller.
Este estudio ha seleccionado a siete ciudades del mundo que han vivido experiencias importantes en términos de crisis y desastres: 1. Cali, Colombia 2. Ciudad del Cabo, Sudáfrica 3. Concepción/Talcahuano, Chile 4. Nairobi, Kenia 5. Nueva Orleans, EE.UU. 6. Semarang, Indonesia 7. Surat, India.
Este estudio tiene como objetivo examinar y comprender la resistencia de la ciudad, en la práctica cómo una ciudad y sus ciudadanos continúan realizando las funciones esenciales para el bienestar humano y la prosperidad económica en momentos de shock o estrés.
Para esto, se tendrán reuniones con los líderes municipales, la comunidad empresarial y la sociedad civil acerca de sus experiencias y expectativas durante, por ejemplo, una crisis económica, un brote de una enfermedad, un fenómeno meteorológico o un terremoto.
El trabajo de campo le ayudará Arup ID y la Fundación Rockefeller a desarrollar una nueva herramienta de medida que las ciudades podrán utilizar para evaluar la resistencia urbana, y para auxiliar la toma de decisiones asociadas a la planificación y el desarrollo urbano.